El dilema del trabajo, reflexión de adviento

Si hay un tema que durante este año me ha causado especial interés, ese es el del trabajo.

No se trata tan solo de un interés desde el punto de vista personal, como ciudadano que intenta sacar su actividad adelante en un entorno profesional y tecnológico en pleno cambio, si no también por la importancia que tiene el trabajo dentro del desarrollo sostenible de las organizaciones, desde las más pequeñas como pueden ser micro-empresas o remotos pueblos, a las grandes corporaciones, estados, bloques económicos y, en último término, el Planeta como un todo.

De hecho, el trabajo es el aspecto sobre el que más le estoy dando vueltas en este enigmático período de adviento.

Earth_Sustainability

Analizando el trabajo aplicando métodos de toma de decisiones, se da uno rápidamente cuenta de que se trata de un problema complejo. Muy complejo.

El dilema que emerge del concepto de trabajo podría ser planteado de este modo:

¿Cómo conseguir un trabajo rentable y en condiciones laborales aceptables al tiempo que contribuye a la sostenibilidad de las organizaciones?

Lo bueno de este dilema es que puede ser aplicado desde un punto de vista micro (a cada trabajador respecto a la empresa para la que trabaja) y macro (al concepto de trabajo globalmente considerado y su impacto en el Planeta). Es decir, el trabajo es un factor determinante en el desarrollo sostenible (económico, social y medio ambiental) tanto de las empresas como de la organización más grande que existe: el mundo.

El siguiente paso sería establecer los criterios para cada uno de estos elementos. Es decir:

  • ¿Qué se considera un trabajo rentable? I.e., cuál es el precio de un trabajo;
  • ¿Cuáles son las condiciones laborales aceptables? Seguridad, salud, bienestar, conciliación de el trabajo con la vida personal,..
  • ¿Cuándo el coste del trabajo garantiza la sostenibilidad de las empresas (coste económico, social y ambiental)?;
  • Y del Planeta? (consumo de recursos y de energía que conlleva la realización de una actividad).

Estos son criterios difíciles de cuantificar. A nivel micro porque cada persona y cada empresa es una circunstancia y lo que para alguien puede ser rentable, para otra persona puede no serlo. Lo mismo las condiciones del trabajo y estilo de vida aceptables.

Y a nivel global, ocurre que los criterios de sostenibilidad son poco claros. El ejemplo más cercano, la recién acabada Cumbre de París #COP21 sobre el clima, habla de mantener la temperatura global por debajo de 2ºC, pero este y otros criterios establecidos no parecen tener solidez ni trazabilidad suficiente, tal y como se han planteado.

En este contexto poco definido, lo mejor es aplicar los principios de prudencia y simplicidad.

Teniendo claro el objetivo (trabajo rentable y en condiciones aceptables) y el dilema (desarrollo sostenible), existen una cantidad importante de factores que influyen en el problema. De algunos ya he hablado en este blog:

  • El predominio del trabajo en los entornos urbanos, aprovechando la economía de escala pero presentando graves problemas de salud para las personas a causa de la polución, el estrés,… y el modo de vida urbano en general, tal y como están actualmente concebidas las ciudades;

Hay alternativas que está sonando fuerte y que encajan en este escenario complejo:

  • La sociedad post-trabajo, que pone sobre la mesa un controvertido concepto casi tan anhelado como el elixir de la eterna juventud: la renta básica universal, y sus derivaciones: tiempo para vida personal, dedicarse a actividades que aportan valor real añadido para las personas y la sociedad, etcétera;
  • La economía circular como generadora de actividad sostenible para las organizaciones y rentable y saludable para las personas;
  • El teletrabajo que, habilitado por los avances tecnológicos, podría reunir determinadas características de las alternativas anteriores.

En mi caso, mientras la sociedad post-trabajo o la economía circular llegan, me estoy decantando por tratar de sacar adelante mi propia actividad profesional por medio del teletrabajo, de modo que consiga una actividad rentable y en condiciones de vida aceptables y sin fecha de fin o de jubilación necesaria, al tiempo que contribuya al desarrollo sostenible de las empresas para las que trabajo y también para la sostenibilidad del planeta, reduciendo la huella ecológica de mi actividad.

En febrero de 2016 hará un año que empecé formalmente con esta modalidad de trabajo. Entonces haré una primera valoración de todos estos aspectos.

En fin, si has llegado al final de este post, qué menos que desearte un feliz y provechoso período de adviento. Salud!

4 comentarios en «El dilema del trabajo, reflexión de adviento»

Los comentarios están cerrados.