Un argumento económico en favor de un blog corporativo

Actualmente estoy en fase de promoción de mi empresa. Como parte de esta campaña, quizás te haya llegado estos días algún anuncio de una de las primeras iniciativas que he lanzado: el curso «uso estratégico-profesional de Internet”, cuya primera edición será en mi pueblo, Ontinar, y la segunda edición en Barbastro.

Además de la difusión del curso que hacen mis amigos y conocidos por Facebook (muchísimas gracias por vuestra impresionante ayuda!), estoy haciendo campañas de promoción del curso y de la empresa, tanto en Facebook Adverts como por Google Adwords.

En el caso concreto de los anuncios de Google Adwords, sin profundizar mucho en el aspecto técnico, el precio de una campaña de este tipo depende de muchas variables: el ámbito geográfico, el tipo de anuncio y palabras elegidas, el idioma, etcétera.

De este modo, poniendo como ejemplo mi actividad profesional (anunciada con términos como “consultoría”, “informes de sostenibilidad”, “estrategias”, «sostenibilidad”, “seguridad y salud”, “medio ambiente”,…) el coste mínimo de cada “clic” que cada usuario hace sobre uno de mis anuncios está establecido en unos 0,70€. Por debajo de este precio, el anuncio no aparece (o lo hace muy poco) en los resultados de búsqueda que un usuario hace en Google y según se incrementa su valor, los anuncios salen mejor posicionados en las búsquedas.

Es decir, que cada “clic” sobre un enlace promocionado que lleva al usuario a una determinada página en Internet, puede tener fácilmente un precio de 0,5€, 1€, 2€,… en función de la visibilidad que se le quiera dar.

I_blog_therefore_I_amEn este contexto, ¿te imaginas el valor que tendría para una empresa un blog corporativo con, digamos, 10.000 visitas al mes que le llegan por posicionamiento natural (orgánico), o difusión en redes sociales u otros medios sin coste directo?