¿Qué pasó con la consulta popular sobre energía de Berlín en noviembre?

Como prometí en agosto, estuve pendiente de qué ocurría con la consulta a la que estaban convocados los ciudadanos de Berlín el pasado mes de noviembre para decidir sobre la titularidad de la red eléctrica de la ciudad.

wir_kaufen_unser_stromnetzEl referendum fue fomentado por un colectivo de ciudadanos llamado Berliner Energietisch, que no están de acuerdo con la gestión actual de la red eléctrica de la ciudad de la  que se encarga la compañía eléctrica sueca Vattelfall. Entienden que Vattenfall hace sólo lo mínimo exigido por la ley y de una forma menos transparente, democrática, participativa y responsable con el medio ambiente de lo que les gustaría.

Por eso, intentaron cambiar el sistema. El primer paso era conseguir el número mínimo de firmas para que el asunto pudiera ser consultado a nivel municipal. Lo consiguieron con el respaldo de 265.000 ciudadanos. Suficiente según las normas. Habría referendum.

El siguiente paso sería lograr una mayoría válida en el referendum, el de noviembre. Lograron una mayoría importante. El 83% de los votantes dijeron «sí» a iniciar el proceso de devolución a manos públicas de la red eléctrica. Pero no fue una mayoría válida porque no se obtuvo un quorum mínimo del 25% de los ciudadanos llamados al voto (votaron el 24%). La iniciativa de Berliner Energietisch no salió adelante.

Aparte del debate eléctrico desde el punto de vista técnico (energías renovables, precio de la luz, repercusiones medio ambientales y económicas…), me quedo con el proceso en sí: A un grupo importante de ciudadanos no les gusta la gestión que los responsables públicos están haciendo de algo; Se organizan y convocan un referéndum con el respaldo de las normas y las administraciones de la ciudad; Se vota y la iniciativa no sale adelante.

Este proceder no es algo puntual: iniciativas para recuperar la propiedad de la energía ante las grandes corporaciones energéticas que operan con objetivos distintos a lo que la población quiere, se está manifestando actualmente en casi un tercio de ciudades, pueblos o distritos alemanes.

En unos casos no se consigue, como el de Berlín. Pero en otros sí, como en Hamburgo.

Eso es democracia, ciudadanía, responsabilidad, participación y transparencia. Lo demás, palabras.

Qué te parece el asuntillo?