La dimensión económica de la sostenibilidad

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Existe la tendencia muy generalizada de relacionar el desarrollo sostenible y la sostenibilidad con el impacto que ejerce determinado sistema o actividad sobre el medio ambiente en su respectivo ámbito de influencia.

Cuando haces una búsqueda de imágenes en Google bajo el término “sostenibilidad”, los primeros y abrumadora mayoría de resultados que aparecen son gráficos en color verde, plagados de vegetación, sistemas de energía renovable, logotipos relacionados con el reciclaje…

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Fuente: Google

Si le preguntas a cualquier persona sobre qué es ser sostenible, automáticamente va a dirigir su respuesta hacia el uso de energías limpias, separar los residuos selectivamente o comprar productos “eco”. Y este mismo sesgo hacia el medio ambiente, se detecta claramente en cualquier reportaje, noticia o documental sobre el desarrollo sostenible.

En este contexto tan dominado por aspectos relacionados con la ecología, es normal que incluso la propia definición de “desarrollo sostenible” del informe Brundtland pueda parecerte girar preferentemente en torno al aspecto medio ambiental:

«Satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades de las del futuro para atender sus propias necesidades” [1]

Sin embargo, sin llegar esta conceptualización a ser errónea, sí es incompleta, cuando menos. A poco que profundizas en la búsqueda de información al respecto, es fácil encontrar que “el desarrollo sostenible se basa en tres factores: sociedadeconomía y medio ambiente” [1].

A pesar del aparente predominio del aspecto medio ambiental, los aspectos sociales y económicos del desarrollo sostenible son en principio igual de importantes en la sostenibilidad de una organización. En la práctica, la relevancia de cada uno de estos tres factores viene determinado por los resultados del análisis de los grupos de interés y el análisis de materialidades que realice cada organización. Es decir, que para cada empresa el desarrollo sostenible es distinto y la ponderación de cada aspecto en su sostenibilidad, también.

Uno de los estándares más reconocidos en el campo del desarrollo sostenible de las organizaciones son las Guías G4 del Global Reporting Initiative (GRI), para la elaboración de memorias de sostenibilidad.

La presencia del aspecto social en los informes de sostenibilidad del GRI ya fue planteada en este post. Hoy toca profundizar en la categoría económica en la Guía GRI-G4. La categoría medio ambiental, para otro día.

«La dimensión económica de la sostenibilidad abarca el impacto de las organizaciones en la situación económica de los grupos de interés y en los sistemas económicos locales, nacionales e internacionales.

Esta categoría plasma el flujo de capital entre los distintos grupos de interés y los principales impactos económicos que la organización tiene en la sociedad” [3.1]

La dimensión económica de la Guía no se centra, por tanto, en la situación financiera de la propia organización.

Dentro de la categoría económica, hay cuatro aspectos materiales:

  1. Desempeño económico;
  2. Presencia en el mercado;
  3. Consecuencias económicas indirectas;
  4. Prácticas de adquisición.

Cada uno de estos cuatro aspectos, tiene sus propios indicadores que ofrecen información sobre el desempeño o los efectos económicos de la organización en referencia a cada aspecto. Estos son los indicadores establecidos para cada aspecto:

  • Aspecto: desempeño económico:
    • Valor económico directo generado y distribuido (G4-EC1);
    • Consecuencias económicas y otros riesgos y oportunidades para las actividades de la organización que se derivan del cambio climático (G4-EC2);
    • Cobertura de las obligaciones de la organización derivadas de su plan de prestaciones (G4-EC3);
    • Ayudas económicas otorgadas por entes del Gobierno (G4-EC4).
  • Aspecto: presencia en el mercado:
    • Relación entre el salario inicial desglosado por sexo y el salario mínimo local en lugares donde se desarrollan operaciones significativas (G4-EC5);
    • Porcentaje de altos directivos procedentes de la comunidad local en lugares donde se desarrollan operaciones significativas (G4-EC6);
  • Aspecto: consecuencias económicas indirectas:
    • Desarrollo e impacto de la inversión en infraestructuras y los tipos de servicios (G4-EC7);
    • Impactos económicos indirectos significativos y alcance de los mismos (G4-EC8);
  • Aspecto: prácticas de adquisición:
    • Porcentaje del gasto en los lugares con operaciones significativas que corresponde a proveedores locales (G4-EC9);

Cada uno de los indicadores de cada uno de los cuatro aspectos de la dimensión económica, incluyen muchos otros datos.

Al principio, puede sorprender este nivel de exhaustividad del desempeño económico dentro de un informe de sostenibilidad. Sin embargo, es totalmente lógico. Al fin y al cabo, economía y sostenibilidad tratan en el fondo de lo mismo: distribución de recursos [2].

Referencias:
[1] WIKIPEDIA. 16 may 2015. Desarrollo sosteniblehttp://es.wikipedia.org/wiki/Desarrollo_sostenible. Consultado 18 may 2015.
[2] DRAE, 22ª ed. 2015. Economía. http://lema.rae.es/drae/?val=econom%C3%ADa. Consultado 18 may 2015.
[3] GLOBAL REPORTING INITIATIVE. GRI G4 part 2: implementation manual. https://www.globalreporting.org/resourcelibrary/GRIG4-Part2-Implementation-Manual.pdf. Consultado 18 may 2015.
      [3.1] pág 70
Bibliografía: GLOBAL REPORTING INITIATIVE. GRI G4 part 1: reporting principles and standard disclosures. https://www.globalreporting.org/resourcelibrary/GRIG4-Part1-Reporting-Principles-and-Standard-Disclosures.pdf. Consultado 18 may 2015. GLOBAL REPORTING INITIATIVE. GRI G4 part 2: implementation manual. https://www.globalreporting.org/resourcelibrary/GRIG4-Part2-Implementation-Manual.pdf. Consultado 18 may 2015.