Trabajar en territorio comanche

logo_78La semana pasada terminé un trabajo que me encargó Seventyeight, una empresa zaragozana de instalaciones y equipamiento comercial. Fue un trabajo del ámbito de la seguridad laboral.

78 reúne varias de las características de actividad y organización que identifiqué en este post-ejercicio que hice hace varios meses. Pero la principal marca de la empresa, es su apuesta por la innovación, la calidad, la competitividad y la excelencia en todos los aspectos de su gestión.

Necesitaría al menos 4 clientes estables más para consolidar la actividad, pero es un comienzo que demuestra que es posible trabajar como profesional de la prevención de riesgos laborales.

Remar a contra corriente.

Para una empresa instalada en España, confiar en un profesional (libre, autónomo, externo,…) de la P.R.L. es delicado. Es un campo muy regulado que establece 4 opciones para organizar la seguridad laboral en las empresas entre las que no se encuentra el recurrir para ello a un profesional externo.

A pesar de la regulación, la prevención de riesgos laborales no ha conseguido alcanzar sus objetivos tanto de cantidad (cifras, datos,…) como de calidad (integración en la empresa, valor añadido, competitividad, productividad). Lo que sí ha creado la calculada normativa española, es un fuerte lobby encabezado por los servicios de prevención externos.

El sistema español de prevención de riesgos, aderezado con la situación económica actual en que viven las empresas, tiene pocos argumentos solventes.

En este contexto, sólo con una mentalidad abierta como la de Seventyeight, una empresa decide dar un paso más a lo que reglamentariamente está obligada, para apostar decididamente por el valor añadido. Y pagarlo.

Ahora, mi mantra es «4 empresas más».