Estrategias de sostenibilidad, el hábitat ideal para la seguridad laboral

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Si tuviera que empezar de cero con la implantación de la función de seguridad y salud de una organización, tengo claro cuál sería el camino a seguir: desarrollar una estrategia de sostenibilidad.

Una correcta estrategia de sostenibilidad tiene como consecuencia una gestión de la seguridad y salud integral y dirigida a objetivos concretos, prácticos, reales y bien trazados. Todo ello, bajo criterios de transparencia (concepto clave) y responsabilidad que son los que demanda un mundo globalizado que tiene acceso a un nivel de información sin precedentes.

Así planteado, alguien podría pensar que esto no es nada nuevo en prevención de riesgos, que así se lleva haciendo desde hace mucho tiempo. Que esas palabras son bien conocidas. Y seguramente tendría razón.

Pero se trata de eso y algo más. Las estrategias de sostenibilidad aportan un concepto de cliente y de demarcación de problemas (u objetivos) que no están cubiertos ni por la normativa legal de seguridad y salud, y ni siquiera por los estándares ISO/OHSAS de satisfacción del cliente.

1. La prevención de riesgos de la legislación y las administraciones

En una primera fase, la prevención de riesgos en las empresas está únicamente dirigida por la legislación aplicable, y de su cumplimiento se responde ante las administraciones competentes. En esta etapa, la legislación y las administraciones públicas son el único cliente objetivo de la seguridad y salud.

Así ha sido tradicionalmente, desde los primeros códigos de trabajo -hace incluso milenios- hasta hace pocas décadas, cuando se desarrollaron la mayoría de leyes que hoy rigen. 

Aunque ha habido y hay compañías con una ejemplar voluntad de ir más allá de los reglamentos -tanto en el desempeño de su propia actividad como al exigir a las empresas colaboradoras-, este esquema no favorece el desempeño solvente de la actividad de PRL, convirtiéndose el entorno legal y administrativo en un fin en sí mismo. 

Este último ha sido el escenario predominante, siendo uno de los factores de que la prevención de riesgos no esté al mismo nivel ni de otras áreas dentro de las propias empresas, ni de otras profesiones en general.

Hay empresas que hoy aún se encuentran en este estado 1.

2. La prevención de riesgos para la satisfacción del cliente

En una segunda fase, la prevención de riesgos en las organizaciones empieza a integrarse en los sistemas de gestión establecidos a raíz de normas “de satisfacción del cliente”: normas ISO de calidad y medio ambiente y, sobre todo, norma OHSAS 18001 de seguridad y salud en el trabajo. Esto ocurre desde las décadas de 1980 y 1990.

Bajo un sistema de gestión según normas ISO y/o OHSAS -además de cumplir con la normativa- la seguridad y salud se hace más solvente y profesional al alinearse con áreas clave de la organización (producción).

Sin embargo, aunque el concepto de cliente se amplía, éste sigue siendo muy limitado: la seguridad y salud de la empresa busca la satisfacción del destinatario del producto o servicio prestado.

3. Las estrategias de sostenibilidad

Actualmente, de entre todas las tendencias que están surgiendo en la gestión de las organizaciones, hay una que merece una especial atención por parte de los profesionales de la seguridad y salud. Se trata de las estrategias de sostenibilidad.

Aunque las estrategias de sostenibilidad llevan funcionando desde tiempo similar a las normas de satisfacción del cliente (década de 1990) [1], la incorporación de criterios de seguridad y condiciones laborales ha sido paulatina hasta la situación actual, en que la prevención de riesgos y aspectos muy ligados a las condiciones de trabajo ocupan un lugar fundamental dentro de los principales estándares utilizados (GRI G4).

GRIG4_guidelines_Part2_coverEn este modelo, que va a tener un gran desarrollo en los próximos 10 años, las acciones concretas de PRL en la organización están condicionadas por dos aspectos que ni en la normativa ni en los estándares de satisfacción del cliente se tenían en cuenta y que son:

  • un “análisis de actores”, que amplía el concepto de cliente a cualquier entidad que tenga interés e influencia en la organización, lo que pueden incluir desde clientes comerciales puros y duros, administraciones, proveedores, grupos de interés de diversa naturaleza o la propia sociedad;
  • la “demarcación de problemas”, que permite centrarse metódicamente en los asuntos que realmente importan, establecer sus causas y establecer medidas específicas a cada una de ellas.

Casos prácticos de estrategias de sostenibilidad en que las condiciones laborales son el asunto clave hay muchos. En este mismo blog puedes conocer uno de los más famosos de la historia, el de las condiciones de trabajo de los suministradores chinos de Apple (serie iSafety completa, aquí).

De todos los contextos posibles, el ámbito de las estrategias de sostenibilidad es en el que la seguridad laboral puede encontrar hoy por hoy su hábitat óptimo, dentro de las organizaciones y de la sociedad.

Tarde o temprano, nos encontraremos en la tercera fase…

Referencias:
[1] WIKIPEDIA. 19 may 2014. Sustainability reporting. http://en.wikipedia.org/wiki/Sustainability_reporting. Consultado 08 jul 2014.
GLOBAL REPORTING INITIATIVE. G4 - Sustainability reporting guidelines. Reporting Principles and Standard Disclosures. https://www.globalreporting.org/resourcelibrary/GRIG4-Part1-Reporting-Principles-and-Standard-Disclosures.pdf. Consultado 08 jul 2014.