Los otros ministros del gobierno español

Es habitual -cada día más- ver, en diversos medios, manifestaciones de relevantes responsables de grandes empresas privadas, posicionándose en cuanto a la marcha de la economía española u otros asuntos de interés para la opinión pública.

Basta hacer una búsqueda fácil en Google para encontrar a presidentes de las mayores corporaciones haciendo declaraciones de ámbito superior al que abarcan sus empresas, su puesto e incluso la temática del foro donde las realizan. Por poner los ejemplos más recientes y que tienen que ver con temas tratados en el blog (construcción, energía, comunicaciones):

Entrecanales (Acciona) dice que sólo el 1% o el 2% de las infraestructuras construidas desde 1995 son innecesarias.

Ignacio Sánchez Galán (Iberdrola): España crecerá desde el último trimestre de 2013.

César Alierta (Telefónica), optimista sobre la economía española.

Una característica de estas influyentes palabras es que están en sintonía con la versión oficial del gobierno de turno. Es un patrón que ha ido in crescendo desde los primeros años de crisis y que, en este caso, se vuelve a cumplir: De Guindos cree que la economía española crecerá en el tercer trimestre de 2013. Casualidad?. No.

Es natural que estos grandes empresarios opinen, hablen etc.. Es más, por las propias capacidades que se les presumen y por la importancia de las organizaciones que representan, podría pensarse que forma parte de sus responsabilidades respecto de todo un país. Trasladar las experiencias de éxito surgidas de un trabajo bien hecho en sus organizaciones beneficia a toda la sociedad. Esto es bueno.

Sin embargo, ese tipo de declaraciones dirigidas son todo lo contrario a valor añadido. Alineándose planificadamente en el fondo y la forma con las previsiones de cada gobierno, sus palabras se convierten en declaraciones viciadas y, además, llenas de imprecisiones como suele ser costumbre en los datos oficiales de cada partido.

Muchos responsables de las mayores corporaciones en España ejercen, de facto, como ministros o portavoces del gobierno tan alejados de la profesionalidad y la responsabilidad social como lo es la casta política. Una fuente de valor enorme que corre el riesgo de ser arrastrada hacia la acelerada pérdida del poder del estado y de altos funcionarios.

Un sistema de lobbies con sólo dos beneficiarios.

En este círculo empobrecido se entiende que gran parte del potencial de las grandes corporaciones se destine a conseguir un intercambio de favores tipo «yo te busco un puesto a tí y tu gente en mi empresa» si tú a cambio «apruebas un par de reales decretos para quitarme de encima a la competencia«.

Este esquema favor personal – normativa dejando la vía libre a algunas empresas está implantado en todos los sectores de actividad controlado por (1) políticos profesionales de perfil bajo a los que se meriendan (2) súper dinosaurios de los negocios sin que (3) el ciudadano reciba su parte de beneficio.

Así está el sistema y, sin embargo, creo que algo cambiará pronto porque, desde luego, si alguien sobra ese no es el número 3. Chirría tanto como una casa en medio del cauce de un río seco: tarde o temprano lloverá mucho, el río crecerá y pasará por encima de la casa.