El dilema shanzhai, parte I: una parodia muy seria

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La semana pasada acudí a una charla que ofrecía Barcelona Activa sobre China a modo de presentación del país desde un punto de vista profesional y para empresas. Allí, de todas las peculiaridades que se explicaron hubo una que me llamó especialmente la atención: los productos “shanzhai”.

El término shanzhai se refiere a la gama de marcas y productos fabricados en China imitando y pirateando otros ya existentes. Por extensión, el concepto lleva intrínseco el matiz de productos vulgares, baratos, de baja calidad y también el de cierta parodia.

Casi todos los conocemos: productos shanzhai se pueden encontrar en cualquier negocio de venta de objetos orientales que hay en nuestras ciudades o incluso pueblos. Pero los casos más extremos están en la propia China, donde se pueden ver cosas como estas: “BlockBerry” publicitadas por el mismísimo Obama, que también es la imagen de la cadena “Obama Fried Chicken», restaurantes “Mc Mc Donald´s” y «Bucksstar Coffee”,…

shanzhai

Estos y otros ejemplos, que nos pueden dar hasta risa, son la cara de un movimiento que no es para nada una broma.

En primer lugar, porque detrás de los productos shanzhai hay una cultura y una economía de dimensiones difíciles de medir y son objeto de grandes pleitos con las marcas implicadas que pierden un gran mercado por, en su opinión, el uso indiscriminado de sus patentes. Además, tal es el desarrollo de esta actividad, que en algunos casos -sobre todo en artículos electrónicos- se trata de productos con unos estándares de calidad nada despreciables.

Por otra parte, desde el punto de vista chino, el shanzhai es la materialización de un valor muy arraigado en la tradición y costumbres chinas: la visión colectivista de la vida, según la cual, lo que se crea en China es para todos los ciudadanos del país, independientemente de quién fuera el individuo creador.

El mundo shanzhai que nos explicaron bien en la sesión me generó de inmediato una duda que le pregunté a uno de los conferenciantes chinos en el turno de ruegos y preguntas:

Los fabricantes chinos de todos estos productos, ¿cumplen con las normativas y requisitos medioambientales, de condiciones laborales y de seguridad en los centros de trabajo, tal y como se exige a los grandes fabricantes de los productos originales?

La respuesta que recibí y el dilema shanzhai, en el próximo post…

continuará

4 comentarios en «El dilema shanzhai, parte I: una parodia muy seria»

  1. Gracias por vuestro interés. Esta semana, miércoles o jueves, sale la segunda parte 🙂

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