Conciencia abierta o estrategia comercial?

El Algarrobico
«El algarrobico», en el Cabo de Gata…

Después del buenrollismo de los últimos post, a repartir candela.

En los últimos tiempos, está desarrollándose de forma extraordinaria un inusitado interés desde el sector de la construcción por conceptos como sostenibilidad, medio ambiente, la innovación, la eficiencia energética, etc etc. difundidos por organizaciones, administraciones y empresas del sector.

La rehabilitación acústica en edificios existentes será analizada en Construtec.

Los aparejadores de Madrid apuestan por la sostenibildad y la eficiencia en la bioconstrucción.

España, en el vagón de cola de Europa en eficiencia energética en el sector de la edificación.

Cemento ecológico que absorbe gases de efecto invernadero.

Podría asumir que haya habido en los últimos tiempos un cambio de mentalidad en la construcción. Bienvenida sea en ese caso. El tema es que con esto no basta.

Argumentar contra este tipo de cosas que, a priori, parecen todo ventajas es complicado, pero ahí voy.

Para hablar de sostenibilidad, medio ambiente, residuos, eficiencia energética,… hace falta una solvencia técnica, ética, organizativa, de recursos que en la construcción no se ha desarrollado y que no se adquieren de la noche a la mañana. Durante muchos años, muchos de estos aspectos han sido meros complementos a los criterios de producción que se los han llegado por delante, literalmente. No voy a profundizar aquí en las miles de barbaridades cometidas.

Conceptos como integración paisajística, protocolos de rescate de fauna y flora autóctonos, ciclo de vida, huella ecológica, planificación urbana, integración con el entorno, conservación del patrimonio, transporte de materiales,… han sido ignorados sistemáticamente por falta de voluntad y por desconocimiento.

Y ahora, de repente, boom. Pues no, oiga.

Para hablar de sostenibilidad, eficiencia, respecto medio ambiental, no basta con hacer casas con doble ventana, usar hormigón ecológico, colectores térmicos para agua caliente sanitaria y paredes con material aislante. Que están muy bien, pero no es sólo eso.

E insisto, la voluntad de cambio no voy a juzgarla, pero sí me generan dudas los motivos que hay detrás de este cambio de modelo, además de que un sector como la construcción haya adquirido la solvencia requerida para asumir este modelo con garantías. Directamente, no me genera confianza, como ya he dejado claro alguna vez aquí.

Mi veredicto es que el asunto chirría bastante. Seguiré el asunto de cerca.

Qué opináis?.

 

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