En 2008, había en Europa cuatro personas en edad de trabajar por cada persona mayor de 65 años. Si se cumplen las previsiones, en 2050 esa proporción se reducirá a dos para una pirámide de la población que se ensancha cada vez más por la parte de arriba:
La situación en España será parecida dentro de unas décadas:
En este contexto, los actuales debates laborales y sociales entre partidos, sindicatos y otros agentes parecen más dirigidos a justificar una posición política que a resolver la situación real que se viene encima en Europa. No nos quedemos con esto.
Soluciones al envejecimiento de la población europea.
Desde Europa sí está viniendo un mensaje para afrontar el reto del envejecimiento de la población. Mensaje que culmina en lo que se denomina «envejecimiento activo», con tres líneas de acción:
- Adaptar el mercado laboral aprovechando la potencialidad y experiencia de una población veterana.
- Participación en la sociedad de las personas fuera del mercado laboral.
- Fomentar la autonomía de las personas al máximo tiempo posible.
Es una realidad tan palpable como que el año pasado fue designado por la Comisión Europea «Año Europeo del Envejecimiento Activo y la Solidaridad Intergeneracional«. Fue más que un evento puntual: el punto de partida institucionalizado de todos los cambios que va a haber y que dejarán en anecdótico que se negocie ahora una edad de jubilación 2 años antes o después.
La semana pasada leí esta nota de prensa oficial, un resumen de acciones para un envejecimiento activo y saludable dentro de las grandes estrategias económicas europeas, en la que se equiparaba el envejecimiento demográfico al problema del cambio climático. Ese es el nivel.
Una idea de cómo puede ser el futuro lo leí hace unos días en este post en el Blog de Eduard Punset, un vaticinio precioso del futuro de la sociedad en el que bienestar personal, equilibrio con la naturaleza, conciliación del trabajo con nuestra familia, redes sociales con nuestras aficiones y pasiones o desarrollo cognitivo y creativo se conjugarán basando la forma de vida en los valores humanos más básicos, cosas esenciales y sencillas. Salud integral y felicidad.
Esto, aparentemente idílico, podría parecer una píldora más de positivismo «trendy» que tan habitualmente se está divulgando últimamente en todos los medios. Sin embargo, pocos días después, la semana pasada, acudí a una charla en Zaragoza en la que, entre otras cosas, se nos explicaba a profesionales y responsables de empresas el concepto de salud cognitiva y salud integral promovida desde las empresas y organizaciones. Personas hablando a personas de que en el trabajo las capacidades, conocimiento, competencias y comportamiento de las personas pueden desarrollarse plenamente dentro de la empresa, contribuyendo a una salud más allá de la laboral y al beneficio económico de las organizaciones.
El tiempo dirá si los cambios que va a haber conducen al bucólico futuro de Eduard Punset. En la práctica, ya están llegando a nivel ciudadano iniciativas de teletrabajo, de conciliación -incluso fusión diría- de la vida laboral y personal, etcétera.. Esperemos que sigan llegando tendencias para hacer que cambios a mejor, porque lo que sí se cumplirán son las matemáticas de las cifras demográficas.
7 comentarios en «El envejecimiento de la población es asimilado en Europa al problema del cambio climático»
Los comentarios están cerrados.